Extraordinario, impresionante, el 30 Encuentro Nacional reunió a 65.000 Mujeres que contaron sus sufrimientos, debatieron, hablaron de sus luchas y sus organizaciones, defendieron su Encuentro de los intentos del gobierno K por embolsarlo, decidieron reencontarse en Rosario el año que viene, y cargaron las pilas para profundizar su pelea contra la doble opresión (ver págs. 8, 9, 10 y 11).
Fue enorme el esfuerzo de la Comisión Organizadora, así como el de las grandes delegaciones de los movimientos de mujeres, la CCC, la CEPA, el PCR y la JCR.
Fue un nuevo paso de avance en la lucha contra todas las lacras de su opresión. Es único en el mundo. El relato de los sufrimientos y de las luchas hoy, y el “espíritu del Encuentro”, de funcionamiento democrático e igualitario, sostenido por miles y miles de encuentreras,han sido pilares para sostenerlo.
El kirchnerismo organizó su propia marcha y acto, pero no pudo sostener en los talleres el discurso oficial ante una realidad en la que, desde el 3 de junio al Encuentro, hubo más de 40 femicidios, miles de mujeres han denunciado violencia y abusos, Cristina se opone al aborto mientras siguen las muertes por abortos clandestinos, sigue la falta de trabajo, techo y tierra, y el gobierno no da respuesta real y de fondo a todos esos reclamos.
2. Herencia de Cristina
Cristina asumió con un superávit fiscal equivalente al 4% del producto bruto interno, y se va con un déficit de por lo menos el 6,5%.
El Tesoro nacional vació las reservas del Banco Central. Le sacó 64.500 millones de dólares, y le dio a cambio papeles de deuda que no pagan intereses. Saquea sin piedad los fondos de los jubilados de la Anses, el Banco Nación y cuanta “caja” tiene a mano, y le acaba de sacar 699 millones por bonos a pagar en el 2020.
El gobierno sigue subsidiando las superganancias de las petroleras fijando a 77 dólares el precio del barril de petróleo que está a 47 en el mercado mundial. Con lo que el litro gasoil, el combustible que usa parte de la industria, el transporte, el agro y la generación de energía, que en Estados Unidos está a 0,66 dólares, en Brasil a 0,71, en Chile 0,74 (que lo importa); y en la Argentina a 1,54.
Cristina se va dejando una herencia maldita: la industria en recesión, en crisis las economías regionales, y las finanzas públicas vaciadas.
3. El nuevo ajuste que viene
El drama del bloque dominante, y de sus candidatos, es que “la película no termina el 25/10 (con las elecciones), ni el 23/11 (si hay segunda vuelta)”, la parte “más cruel y conflictiva comienza el día después” (La Nación, 11/10). Es decir, el drama de los de arriba es la gobernabilidad para aplicar el nuevo ajuste con el que los de abajo paguen la herencia maldita, que, el gobierno K ha camuflado con la malversación de fondos del Estado y el préstamo por un año de China.
Los publicistas de Scioli ¿se equivocaron o se sinceraron?, cuando pusieron como fondo de un video publicitario de su jefe, Viva la vida,canción de un grupo inglés que dice: “descubrí que mis castillos se erigieron sobre arena”, “nunca una palabra honesta, así era cuando gobernaba el mundo”, “soy una marioneta que cuelga de un triste hilo”.
Scioli, para su proyecto de traer 30.000 millones de dólares de capitales imperialistas cada año de su mandato, intentó conversaciones con los pesos pesados de las finanzas. El salteño Urtubey fue a Washington a reunirse con el Consejo de las Américas (los grandes monopolios y banqueros yanquis), a decirle que le van a pagar a los “fondos buitres” y van a arreglar con el los organismos internacionales. Luego, Blejer, su economista, fue a Perú —donde se reunían el FMI y los grandes bancos—, con el mismo mensaje. Blejer fue miembro de los directorios del Banco Real de Inglaterra y del Banco Central de Israel, asesor de Néstor y Cristina, y ahora de Scioli. Cristina mandó a Zannini, Kiciloff y Aníbal Fernández, a impugnarlos por no representar “ni a este gobierno ni al futuro”. Scioli no les contestó.
En Perú llovieron las presiones. A Kicillof los representantes chinos y rusos le negaron nuevos créditos. Y el enviado de Scioli recibió fuertes presiones del FMI y el Instituto de Finanzas Internacionales (agrupa a los grandes bancos de todo el mundo): para recibir créditos, la Argentina tendrá que acordar con los “buitres”, arreglar con los organismos de crédito imperialistas, y hacer un fuerte ajuste.
4. A la caza de votos
Quienes conocen la provincia de Buenos Aires, suele referirse “al gobernador Mario Montoto” y “al gobernador Eduardo Eurnekián. Montoto es representante de Rosoboronexport, el mayor fabricante ruso de elementos de seguridad y de armas (al que Clarín trata de tapar presentándolo como “muy católico” y filo yanqui). Eurnekián es un abrepuertas de los grandes negocios con Rusia.
Una razón de los forcejeos entre Cristina y Scioli, es el plan Cristina 2019. A ella le conviene que gane Scioli, que haga “un gobierno de transición”, se desgaste con el ajuste, y ella sea la candidata “salvadora” en el 2019, o antes si la situación se desmadra. ¿Pesa también, atrás de esos forcejeos, una disputa de tajadas de poder y negocios entre China y Rusia?
Scioli no logra asegurar los votos que le garanticen un triunfo en la primera vuelta. Macri no tiene asegurado forzar la segunda vuelta, en la que espera ganar. Y Massa no logra alcanzar a Macri para ser él quién entre al ballotage. A la caza de esos votos, cada uno le copia propuestas al otro. Scioli se “macrisa” para rapiñar votos al PRO. Macri inauguró un monumento a Perón para pelar a Massa. Y Massa le pelea votos a Macri proponiendo criminalizar los piquetes, meter el Ejército en los barrios y hacer 240 cárceles.
5. El Encuentro nos empuja
El éxito del Encuentro de Mujeres tonifica la lucha de los obreros, los campesinos y el pueblo.
La proscripción y el fraude, que son la esencia de las PASO, dejó sin representación al Frente Popular, la única fuerza que planteó acabar con la dependencia y el latifundio terrateniente, como condición para poder resolver, de fondo, trabajo, tierra, techo, acabar con las lacras del narcotráfico, la trata y la corrupción, y demás reclamos de los trabajadores, los campesinos, las mujeres, la juventud y los demás sectores populares. Lo que exige desplegar la lucha social y política, trabajando por un nuevo paro nacional activo de 36 horas y multisectorial, y fortaleciendo el Frente Popular, para crear las condiciones que lleven a conquistar un gobierno verdaderamente popular y nacional.
En la pelea por esos objetivos, vamos por la personería del PTP en todas las provincias, y por el fortalecimiento del PCR, clave para el camino liberador.
